jueves, 8 de septiembre de 2016

La Amistad




En mis sesiones de terapia, por una u otra causa, trabajo con las personas en la descripción de sí mismas. Esto es básico para conocerse y apreciarse, para tener inteligencia emocional básica. En muchas ocasiones no tenemos el vocabulario necesario para describirnos. Y otras veces lo hacemos de forma muy general. Digo esto porque una de las cosas que decimos de nosotros mismos es “soy muy amigo de mis amigos”. Esto implica un montón de acciones y características que no se especifican y que además pueden tener significados e implicaciones distintas dependiendo de la persona que exprese esta frase.

Podría ser un buen ejercicio plantearnos qué es lo que hace que yo sea muy amigo/a de mis amigos/as. Y preguntar a otros qué significa para ellos. Así veremos cómo cuesta mucho especificar y descubriremos cuáles son las cosas que casi todos consideramos que es ser buen amigo y las que nos diferencian de los demás.

La próxima semana os aportaré algunas claves de qué es ser un buen amigo o amiga. Cuáles son las claves sin las que una amistad verdadera no pude gestarse. Mientras os diré que desde hace muuucho mucho tiempo, la amistad es considerada como una fuente de sabiduría y uno de los sentimientos más honorables y sagrados. Es una relación íntima, una unión afectiva y una forma de amor.

Os doy la definición de la Real Academia Española (RAE) sobre la Amistad. Sobre todo, porque supone que los académicos llegan a acuerdos sobre lo que significa cada palabra en castellano y es interesante saber esta definición para entendernos todos, aunque luego la completemos con muchas más características. Pues bien, para la RAE la amistad es un afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.

Hay algunos aspectos diferentes en la amistad dependiendo del género y la edad. El significado de la amistad varía según la edad porque forma parte de la construcción del sujeto y evoluciona con él. Tener amigos es algo que se instaura en la infancia y estas primeras experiencias influyen en su desarrollo posterior. Gracias a la escuela, el niño inicia la socialización estableciendo lazos afectivos fuera de casa y con otros niños de su edad. Descubre que tienen otras características, algunas iguales y otras distintas que él. Aprende a confiar y compartir con personas de su edad. Hay un DOBLE VÍNCULO, de forma que la personalidad del niño influye en el desarrollo de las amistades y  éstas a su vez influyen en su personalidad.

En esta etapa también es importante el modelado de los padres, de sus amigos y de la relación que tengan con ellos. Es más fácil que un niño tenga amigos en una familia en que se valoran y potencian los lazos de amistad.

- De los 11  a los 13 años la amistad se fundamenta en actividades comunes.

- De los 14 a los 16 años se basa en la intimidad y la intensidad de la relación puede generar conflictos.

- A partir de los 17 años, las relaciones de amistad maduran y se entiende que los amigos nos aportan cosas como personas distintas que son.

Ante el estrés o una situación de peligro las reacciones más peligrosas del hombre son escapar o pelearse. Se ha visto que la mujer tiene otro tipo de respuesta: reunirse y “hacer piña” con otras mujeres para protegerse. Esta respuesta se facilita en parte por una hormona la OXITOCINA (también llamada hormona del abrazo), vinculada al parto pero también segregada en situaciones de estrés para paliar el mecanismo ancestral de pelea o huida y favorecer la reunión y el cuidado de los niños. Cuanto más se reúnen las mujeres y entablan amistades más oxitocina producen y más estrés contrarresta. A los hombres les es más difícil esta respuesta a causa de la TESTOSTERONA, que reduce el efecto de la oxitocina. Los chicos jóvenes dan más importancia a poder compartir una actividad y a la capacidad de ayuda mutua; se distancian de sus amigos más por desavenencias en las actividades o por competir por una chica. Las chicas jóvenes prefieren sensibilidad y comprensión en los amigos; expresan ansiedad, celos y miedo a la hora de perder una amiga.

Espero que lo que os cuento esté siendo interesante. La próxima semana vemos condiciones para que una amistad lo sea, y beneficios de la amistad.

Un abrazo de 20sg para cada lector. 
Ángela Carrera 
Psicóloga Clínica
Directora de CIPSA

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