¿Qué es la cognición? Es la
actividad mental humana y sus productos, esto es, el conocimiento; tanto el
proceso como el resultado. Implica considerar al ser humano
como un buscador de conocimiento, en permanente autoconstrucción, que tiene
objetivos y los planifica, y que también tiene recuerdos y sesgos al hacer su
propia construcción del mundo, de su realidad.
El pensamiento es una actividad
mental que requiere esfuerzo. Ocurre siempre que nos referimos a una situación
o tarea en la que nos sentimos inclinados a hallar una meta u objetivo. Se
trata de un proceso mental de alto nivel que se asienta en procesos más básicos
(memoria, atención, representaciones…), pero que incluye elementos funcionales
adicionales como esquemas, estrategias, reglas o heurísticos.
Estas cuestiones se relacionan
con la cuestión de la analogía mente-ordenador, que surgió con gran fuerza a
partir del desarrollo de las ciencias informáticas, y que tuvo una gran
influencia en la psicología cognitiva. Sin embargo, debemos tener en cuenta
que, a pesar de que dicha analogía ha sido explotada tanto en el desarrollo de
sistemas informáticos como en el planteamiento de hipótesis psicológicas, se
trata de una analogía relativa, ya que las diferencias en el aspecto
estructural o hardware son numerosas e importantes: por ejemplo, la conexión
entre las unidades básicas de cada sistema (circuitos de silicio en uno y
neuronas en otro) es mucho mayor en el sistema nervioso humano que en un
ordenador. Esta analogía ha desterrado los enfoques con grandes debilidades
metodológicas y ha dotado a la psicología cognitiva de un vocabulario, unas
directrices y una instrumentación adecuadas para el estudio de la mente.
Para entender mejor “el pensamiento” es
necesario conocer algunos conceptos fundamentales:
Limitaciones en la capacidad de
procesamiento
El cerebro humano tiene una
capacidad limitada. Por su parte, los procesos cognitivos necesitan tener a su
disposición determinados recursos para funcionar. Los recursos que serán
requeridos para ejecutar adecuadamente una acción dependerán de las
características del sujeto, las características de la tarea a realizar y las de
la situación. Las dificultades para concentrarse en algo concreto o para seguir
el propio curso del pensamiento podrían explicarse por la limitación básica en
la capacidad para procesar la información. Dicha limitación podría tener su origen
en alteraciones a nivel neurológico, en problemas emocionales o en conflictos
personales.
Procesamiento selectivo
La mente selecciona ciertos estímulos, situaciones o tareas, y a la vez ignora
otras que podrían interferir con la ejecución de las seleccionadas. Hablamos de
la atención selectiva.
Etapas de procesamiento
¿Cómo y qué se selecciona? Los
modelos más sencillos postulan que los subprocesos son etapas o fases de
procesamiento independientes entre sí, lineales y secuenciales: una vez acabada
una comienza la siguiente. Cada una de las etapas recibe información de la
anterior, realiza ciertas transformaciones y da lugar a un output que
es recogido por el siguiente subproceso, que a su vez trabajará sobre la
información recogida, y así sucesivamente.
Este tipo de modelos ha recibido
multitud de críticas, centradas sobre todo en su excesiva simplicidad a la hora
de caracterizar el procesamiento humano. Actualmente, los teóricos
investigadores de las etapas de procesamiento plantean el sistema cognitivo
como un conjunto de módulos de procesamiento, cada uno de los cuales está
dedicado a realizar un tipo específico de transformaciones. Algunos de estos
módulos reciben información directamente del entorno y otros la reciben de
otros módulos. Algunos de ellos están involucrados en la propia estructura del yo,
mientras que otros pueden estar bajo control voluntario. En definitiva, la
manera en la que se organizan para llevar a cabo una determinada tarea es
bastante más complejo que el que se planteaba en los primeros modelos
secuenciales.
Aun siendo más elaborados que en
los primeros momentos de estudio, los modelos lineales siguen presentando
serias limitaciones a la hora de explicar la complejidad de la organización
mental del ser humano.
Procesamiento en paralelo
Muchas veces la solución a un
problema, o el afrontamiento adecuado de una situación, no exige su
descomposición en pasos más pequeños, y no exige que todos los componentes se
hayan realizado adecuadamente para llegar a una solución final correcta.
La solución se logra de una
manera más global: se analizan varios aspectos a la vez, simultáneamente, en
paralelo.
Para entender este tipo de
procesamiento, es necesario conocer tres características básicas del
procesamiento de la información:
- La presencia de un
procesamiento paralelo contingente.
- La presencia de jerarquías y
estructuras de control.
- La puesta en marcha de procesos
y estrategias automáticas vs controladas.
Ésta es la visión más aceptada
actualmente acerca de cómo funciona habitualmente la mente humana; excepto en
aquellas tareas que exijan, por su propia naturaleza, un procesamiento lineal.
Procesamiento paralelo
contingente. Modelos abajo-arriba y arriba-abajo.
Cuestionándose el requisito de
que la realización completa de una tarea fuese necesaria para que se iniciara
la siguiente, varios teóricos plantearon la posibilidad de que el output de un
proceso concreto de una etapa fuese continuamente accesible a los demás
procesos, a las demás etapas. Esto significa que una etapa puede comenzar
antes de que la anterior haya finalizado. Implicaría, por tanto, que todas las
etapas estarían operativas simultáneamente (vs secuencialmente). Implica,
además, que las operaciones que se ejecutan en las diferentes etapas de
procesamiento están influidas cualitativamente, y no sólo cuantitativamente,
por los resultados que se están produciendo en las fases previas.
Asimismo, dado que la actividad
cognitiva no es una respuesta pasiva a un input, se plantea también que se
produce un efecto de retroalimentación entre las etapas. Por este proceso de “feedback”, todas las etapas se convierten
en emisoras y receptoras, pudiendo producirse cambios en las “primeras” etapas
en tanto que las “últimas” envíen información de éxito o fracaso en la tarea
que les competa en un cierto momento.
Los modelos que investigan sobre
el flujo de información desde los niveles inferiores hasta los superiores se
denominan “abajo-arriba” o “bottom-up”;
los que analizan el flujo de la información desde los niveles superiores hacia
los inferiores, “arriba-abajo” o “top-down”.
Jerarquías de control
Los distintos tipos de actividad
cognitiva están continuamente interactuando entre sí. El aprendizaje de
habilidades y destrezas motoras está íntimamente relacionado con el
procesamiento perceptivo; solucionar un problema requiere casi siempre de la
recuperación de datos de la memoria.
Para explicar esta manera de
actuar de la mente se ha recurrido a caracterizar la mente humana como dotada
de estructuras de control. Se supone, así, que las actividades cognitivas están
organizadas siguiendo una jerarquía, situándose en el vértice de la jerarquía
una estructura que controlaría la organización. No se refiere a secuencialidad
sino a control jerárquico. ¿Cuál es esa estructura superior? Para muchos
autores sería la conciencia.
Área Clínica de CIPSA
Más información | C/Emilio Pino, 6 - 7ºA (Santander) | 942.21.30.12
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