Mostrando entradas con la etiqueta relación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta relación. Mostrar todas las entradas

viernes, 29 de julio de 2016

Cómo disfrutar de las vacaciones sin conflictos de pareja



Llega el merecido descanso vacacional y, después de todo un año de rutina y estrés, nos enfrentamos a nuestro deseado tiempo libre y, a veces, también llega la incómoda pregunta de qué hago para disfrutar de estas vacaciones.

Durante el año, las parejas están tan ocupadas con sus quehaceres que no tienen tiempo para dedicarse el uno al otro, para quererse, ni siquiera para cansarse el uno del otro o discutir. Pero llegan las vacaciones, el tiempo libre y es cuando viene el problema, sobre todo si no se comparten las mismas aficiones, los mismos puntos de vista y, a veces, incluso se agravan cuando hay niños de por medio en la pareja.

Las estadísticas muestran que es precisamente tras las vacaciones cuando se produce un mayor número de divorcios y de rupturas en las parejas. Si bien es cierto que no se le debe echar la culpa en sí mismas a las vacaciones, sino que suele tratarse de relaciones en las que ya existía una crisis previa y que, a raíz de pasar más tiempo juntos, se acentúan las diferencias y, con ello, las discusiones.

Vamos a señalar las circunstancias que suelen acarrear la mayoría de los conflictos y algunas claves para evitar que sucedan:

# Problema 1: La planificación de las vacaciones

El destino elegido, la fecha o la duración del viaje pueden desencadenar una discusión de pareja. Probablemente a uno le gustará más la playa y al otro la montaña o las visitas culturales; uno prefiera hacer planes de día y al otro le guste trasnochar…

Solución:

Es importante ceder y ser flexible, ya que no es bueno que sea siempre el mismo de la pareja el que se sacrifique, así que debemos tratar de llegar a una solución de compromiso o de buscar un término medio.

Otra posible solución consiste en dividir las vacaciones en dos partes con actividades muy diferentes para que ambos queden satisfechos. O incluso turnarse en la elección del tipo de vacaciones un año cada uno. Recuerda que las posturas inflexibles fomentan la negatividad en la pareja, se trata de disfrutar del tiempo juntos, no de convertirlo en un pulso a ver quién gana.

Además, es importante involucrarse en la preparación y planificación de las vacaciones, que tu pareja te vea participativo e ilusionado ante la perspectiva de unos días juntos. Recuerda que las vacaciones son de los dos y, si no te gusta el plan establecido, pronto se pondrá de manifiesto. Además, si no colaboras, pensará que ya no tienes la misma ilusión en pasar un tiempo a solas que al principio de la relación.

# Problema 2: Entretener a los niños

Los hijos son una bendición para la pareja, pero también a menudo son una fuente de conflictos, sobre todo si no se coincide en la forma de educarlos. También con frecuencia muchas parejas suelen cargar desigualmente las tareas del hogar y eso crea mucha frustración. En vacaciones, nuestros hijos rompen con los horarios y disfrutan de mucho tiempo libre, ya que no tienen colegio, y a menudo sobrepasan nuestro aguante con su derroche de energía. Además los niños se suelen portar peor ya que se ven el centro de atención y tratan de monopolizar a sus padres.

Solución:

Comparte las tareas con tu pareja durante las vacaciones. Ahora no hay excusas ya que los dos tenéis el mismo tiempo libre: todo el día. Ayuda a preparar la comida o la cena. Así de paso pasaréis más tiempo juntos y fomentareis la complicidad, ya que el sentimiento de apoyo es fundamental en la pareja. También es un buen momento para pasar más tiempo con tus hijos y participar de actividades deportivas o recreativas.

# Problema 3: Aburrirse

Mucha gente tiembla ante la perspectiva de pasar todo el día con su pareja. A veces no sabemos de qué hablar, algo de lo que no nos damos cuenta durante el resto del año, ya que, con las prisas, nos falta tiempo para comunicarnos. Es en las vacaciones cuando la rutina nos acaba pasando factura.

Solución:

Recuerda que el aburrimiento es subjetivo, es decir, una pareja puede divertirse viendo una película sentados en el sofá de su casa mientras que otra lo hará estando en la isla más exótica y alojada en un carísimo hotel. Si nos aburrimos con nuestra pareja, suele ser consecuencia de otros problemas como la falta de comunicación, la rutina… Así que no hay excusas. Aprovecha este período para conversar de las cosas pendientes y ponerte al día de aquellas cosas que te preocupan. La comunicación es uno de los pilares fundamentales de cualquier relación de pareja. Las vacaciones también son el momento ideal para planificar nuevos proyectos en común de cara a la vuelta, eso hará que la ilusión se recupere.

# Problema 4: Agobiarse

Acostumbrados a compartir un par de horas al día durante el resto del año, se nos puede hacer asfixiante estar las 24 horas del día juntos.

Solución:

No es necesario que pasemos todo el día pegados. Es beneficioso que cada uno tenga su espacio. Una solución es quedar por separado con amigos y familiares. Si estás fuera de tu ambiente habitual, aprovecha para pasear algún rato tú solo o aprovecha para hacer alguna actividad de ocio que no puedas compartir con tu pareja.

# Problema 5: Dramatizar

Llevamos tanto tiempo soñando con nuestras idílicas vacaciones que, de repente, no podemos aguantar la tensión de que algo no salga como era lo esperado.

Solución:

No dramatices ni des más importancia a las cosas de lo que realmente tienen. Que el tiempo no acompaña para salir a estar en la calle, pues visita un museo. Que el apartamento es un desastre, eso no se puede convertir en el fin del mundo; el año que viene no lo volverás a reservar y punto. No dejes que situaciones de este tipo arruinen tus vacaciones. Afronta los contratiempos con positividad. Recuerda que pensar en negativo no sólo te afecta a ti, sino a la ilusión que compartes con tu pareja en esos días. Se trata de estar juntos, lo que nos rodea no debería ser tan importante.

# Problema 6: Exceder el presupuesto

Es habitual que en la pareja haya uno más conservador a la hora de gestionar el presupuesto vacacional que el otro. Como consecuencia, la organización se convierte en un tira y afloja en cuanto a los gastos que vamos a realizar.

Solución:

Habla con sinceridad con tu pareja sobre los gastos que quieres hacer. Muchas veces nos callamos por vergüenza al qué va a pensar de mí y no somos sinceros, lo cual nos produce angustia y tensión. Se pueden hacer muchas cosas con tu pareja, sin necesidad de gastarse mucho dinero. Para disfrutar de las vacaciones, pasar unos días románticos y convertir estos días en algo inolvidable, hay muchas actividades maravillosas que no exigen ningún dispendio: desde ver una puesta de Sol o bailar en una terraza. Sobre todo, hay que valorar lo que se tiene y no agobiarse por aquello a lo que no podemos acceder.

# Problema 7: Vacaciones en familia

Padres, hermanos, cuñados, suegros… puede ser un cóctel explosivo, ya que irse de vacaciones con la familia puede ser maravilloso, pero también una fuente de discusiones.

Solución:

Es necesario ponernos en el lugar del otro para entender cómo le puede estar afectando comentarios o comportamientos por parte de nuestra familia. Ponernos en su lugar favorece la empatía. Recuerda que las intromisiones, ya sean bien o malintencionadas, siempre causan profundas brechas en una relación de pareja. La falta de apoyo en esos momentos puntuales crea un sentimiento negativo de frustración o un pensamiento de que “el otro” te ha fallado. La actitud solidaria debe ser una de las constantes vitales de la pareja.

# Problema 8: Vacaciones con amigos

Suele resultar muy divertido pasar unos días con unos amigos siempre que con ello no estemos ocultando problemas en el trasfondo de la pareja. Hay gente que evita pasar tiempo a solas y elige un tipo de vacaciones que impidan las discusiones o la confrontación o para no aburrirse.

Solución:

Lo más importante es ser sincero con uno mismo y hablar con tu pareja. Es probable que los dos sintáis lo mismo. Toma tus vacaciones como una oportunidad para mejorar tu relación en pareja. Si lo vuestro va viento en popa y decides pasar unos días ‘locos’ con amigos, recuerda reservar momentos de intimidad para pasarlos a solas.

# Problema 9: Más o menos sexo

La falta de tiempo, el estrés y el cansancio acumulado hacen mella en el deseo sexual durante el resto del año. Las vacaciones parecen el momento idóneo para que la relación sexual se reavive. Si eso no sucede de forma espontánea, podemos sentirnos desilusionados o frustrados.

Solución:

Habla con tu pareja con sinceridad del tema. A lo mejor estás demasiado agotado por el estrés que vives el resto de año y necesitas un poco de tiempo para descansar y recuperar la pasión. Nunca es bueno forzar este tipo de cosas. El deseo debe surgir con naturalidad. Si sucede este tipo de problemas, no se debe tomar nunca como un rechazo. Al contrario, trata de utilizar todo tu erotismo para sentirte deseable y acaparar de nuevo la atención y la pasión de tu pareja.


viernes, 12 de junio de 2015

- ¿Qué tal, pareja? - Mejorados



¿Qué hace que una relación sea duradera y otra un auténtico fiasco? No habría una respuesta única, pues cuando hablamos de amor lo hacemos de personas. Las posibilidades se multiplican, como los problemas, y es difícil teorizar al respecto. O no. El Dr. Carlos San Martín Blanco tiene las claves para que entendamos mejor el universo de la pareja. Así lo demostró en la Master Class ‘Mejor A Dos: Aprende a mejorar tu Pareja’, un taller íntimo y cercano, en el que expuso argumentos para comprender cómo se articula una historia de amor y cuáles son los errores más frecuentes. La Flor Secreta (C/Santa Lucía, 8) se convirtió en el espacio perfecto para asimilar tanta sabiduría emocional. Rodeados de llamadas al placer y las sensaciones, una quincena de alumnos escuchó con atención las palabras del coordinador de Cipsa. No faltaron sus testimonios personales, confidencias que aportaron realismo a la charla.

Tenemos que aceptar que hay unos condicionantes biológicos en la definición de nuestras historias. “En función de cómo nos relacionamos con nuestros padres tendemos a relacionarnos con nuestras parejas”, expuso San Martín Blanco, al tiempo que dejó claro que “repetimos roles que hemos visto en casa”. Una frase que repitió varias veces durante las dos horas largas que duró la master class fue que “las parejas se separan por las mismas razones por las que se unen”. Interesante fue su símil bursátil del amor y las relaciones. “Estamos jugando con un capital emocional, lo importante es saber invertirlo en un mercado rentable”, dijo. Y es que, según contó, “el concepto de amor no ha estado siempre vinculado a la relación amorosa. Hasta el siglo XIX, Cupido no estaba presente en los matrimonios”. Aunque, claramente, el amor romántico se instaló después en nuestras vidas. Y todos sabemos el daño que Hollywood y sus historias con final feliz han causado.

Más lecciones tienen que ver con la definición del amor en sí mismo, en qué consiste, qué lo hace latir. El Dr. Carlos San Martín Blanco aseguró que “tenemos muchas expectativas dentro del amor. No es un ingrediente único. Es una lluvia de emociones”. ¿Eso es todo? Ni mucho menos. “El amor no es sólo una experiencia emocional. Es una experiencia neuroquímica”, explicó. Y nos dio la pauta para protegernos de las “relaciones tóxicas, generan dependencias y sentimientos negativos en relación al otro”. Porque, aunque nos cueste aceptarlo, “con el amor no siempre se construye una relación sana. Hay personas que quieren mal. No debes justificar todo, existen límites”. Un ejemplo, “los celos, que son una emoción negativa. Todos tenemos cierto miedo al abandono”, que es el trasfondo de su causa.

UN MITO DESTERRADO. “El enamoramiento es un periodo limitado, tiene fecha de caducidad. Nos enamoramos de una versión selectivamente positiva del otro”, dijo San Martín Blanco. “La mujer, en general, es más susceptible al amor romántico. Idealiza el enamoramiento”, añadió. Y otro error femenino supone que “especialmente las mujeres quieren cambiar a sus parejas. Pero no sucederá hasta que él/ella tome la decisión personal de cambio”. Y si creemos que al enamorarnos había un componente mágico, menos cuentos Disney y más realidad: “No elegimos pareja al azar, o proyectamos nuestras expectativas o confiamos en ser almas gemelas”.

La sexualidad es una parte fundamental en el dúo emocional, pero cada miembro de la pareja lo vive de modo diferente. “El deseo sexual de los hombres es estímulo-dependiente, muy simple. El de la mujer está condicionado por la intimidad”, explicó el sexólogo. Y cada historia/persona tiene poco de repetitivo. “La experiencia amorosa es diferente en cada pareja. Las tipologías de amor son: pasional, amigable, formal, romántico, apego, fatuo, pleno”, enumeró. Y dejó claro, “yo no creo en el amor pleno. Todo lo que incluye ese término (pleno) me parece irracional”.

“En pareja es importante tener la sensación de que estamos en una ‘carrera de relevos’. Eso le da equilibrio y estabilidad”, expuso. Y, en caso de problemas, resumió las crisis de pareja en tres categorías: “estructurales, evolutivas o por acontecimientos externos”. Muchas parejas sufren la rutina, tanto que les lleva a su fin. Al respecto, San Martín dijo que “lo mejor es asumirla, que no nos invada demasiado, y encontrar momentos donde poder romperla en pareja”. Defendió que “la comunicación afectiva es la comunicación más efectiva. Las mujeres hablan de sentimientos, los hombres de lo que hacen”. Quizá haya que encontrar el punto intermedio, eso sí con una “sinceridad medida, lo contrario es un ‘sincericidio’”.

APRENDIZAJE. Si queremos una historia sólida tenemos que detectar nuestros fallos y trabajar por corregirlos. Un ejemplo, “cuanto más incondicional es un vínculo amoroso, peor le tratamos. Cuidemos lo que decimos, cómo lo decimos”. Importante asumir que “las necesidades de explicación de las mujeres son más verbales que las de los hombres. Eso genera infinidad de conflictos”, recordó el Dr. San Martín Blanco. Casi para terminar, y a modo de resumen, esbozó “el ABC de la pareja dichosa”, que consistiría en: “aceptar los cambios, admiración mutua, agenda secreta, amistades, asertividad, autorrealización, compromiso, comunicación, cuenta bancaria (inversión emocional), cuidados recíprocos, días del amor, equidad, estabilidad…”.

Una frase de Antonio Gala, “el amor cuando llega tiende a irse. Hay que retenerlo”, sirvió como despedida de este tiempo de reflexión en torno a la pareja y sus protagonistas. Ahora toca dejarse llevar por los latidos espontáneos, repasar los deberes y entender que vuestra historia es única. No tiene que ser perfecta, ante todo, es vuestra.