Hablar de Carmen Bielsa es hacerlo de una mujer vital, enérgica, cercana, que mira a los ojos decidida, sin rodeos, ni palabras
efectistas. Y hacerlo del Coaching es abrir una hoja en blanco para muchas
personas, que circunstancialmente han oído alguna referencia a este fenómeno,
pero sin tener una idea clara de en qué consiste. Por eso, desde Cipsa pensamos
en dedicar el último ‘Encuentro con…’ antes del parón veraniego, a compartir ‘El
Coaching sin secretos’, de la mano de esta profesional entusiasta. De formación
economista y trabajadora social, su vida dio un giro de 180 grados cuando menos
se lo imaginaba. Estaba impartiendo un curso de técnicas de venta cuando
apareció una alumna de ojos inquietos, que resultó ser impulsora de su proceso
personal de coaching. Se trataba de Iberia González, su referente, quien ya en
el año 2007 “llego a Cantabria hablando de Coaching, cuando nadie sabía qué era
aquello”. Justo lo que le dijo ella que hacía espontáneamente. “Tú lo que haces,
sin saberlo, es Coaching”, fueron sus palabras, recordaba emocionada. Aquello marcó, para
siempre, a Carmen Bielsa, quien empezó a indagar y apostó por descubrir qué
escondía aquella palabra anglosajona, de traducción entrenamiento.
Este fue sólo el inicio de un relato que para entonces ya
tenía atrapados a todos los asistentes al Espacio Fraile&Blanco gracias,
cómo no, a Jesús Mazón, nuestro perfecto anfitrión. Fue Sergio Sainz,
responsable de comunicación de Cipsa, el acompañante en las distancias cortas
de la protagonista. Juntos desentramaron qué es el Coaching. Según Bielsa, el
mejor resumen es “entrenamiento para el logro de objetivos. Igual que se
entrena para ser deportista, para la vida se entrena con un coach”. Pero,
matizó, “es un entrenamiento personal. Los coach no podemos hacer nada por
nadie. Nosotros hacemos preguntas poderosas y las respuestas las tiene cada uno”.
Algunas de esas preguntas serían, “¿A dónde quiero ir? ¿Qué quiero hacer con mi
vida? ¿Qué cosas son las que me llenan, me hacen fluir, se me da bien hacer? Y
focalizarme en eso”. Parece fácil… ¿Lo es?
Es muy importante el punto de partida, “es fundamental que
la persona quiera iniciar ese proceso de Coaching. Ha de ser consciente de que
los resultados que está obteniendo no son los que le gustaría y que quiera
cambiar determinadas cosas”. En este comienzo, “es básico que sea consciente de
cuál es su momento, dónde está y a dónde quiere llegar”. Y es que, según
compartió, “muchos se instalan en la zona de confort, que en realidad lo es de
disconfort, pero salir de ahí cuesta mucho, por si lo que encuentro fuera es
peor. Cuando la pregunta tiene que ser ¿y si es mejor”.
Bielsa quiso dejar bien claro que “no trabajamos con
personas con patologías. No somos psicólogos, aunque muchos psicólogos sí son
coach”. Sus coachees, o entrenados, “son personas con una vida normal que
quieren llegar a un nivel de excelencia. En lugar de aprobar, quieren obtener matrícula
de honor”. De ahí que necesiten mucha información y lancen “muchas preguntas”. Durante
todo el proceso, “se requieren esfuerzos para obtener resultados, se van a
mover muchas cosas, habrá obstáculos, pero merecerá la pena”. “Aunque cueste verlo, las respuestas
las tienes tú. Lo único que voy a ser es el espejo en el que te miras… Yo no hago
nada”. Es más, a modo de metáfora explicó que “si un gato que se mira a un
espejo y lo que ve es un león, ahí el coach sería el espejo”.
DEL DESPACHO AL SALÓN DE CASA. “Los coach están en todas partes”, defendió Bielsa, aunque
buena parte se concentra en el ámbito de la empresa, los ejecutivos estresados
y las cuentas de resultados. Aunque ella tiene claro dónde prefiere ejercer. “Me
gusta más trabajar con coachee de andar por casa, en zapatillas, el trato
directo con la gente de a pie de calle”. Por tanto defiende el generalizar el
Coaching, porque su postura es que “todos, en algún momento de nuestra vida,
tenemos que hacernos la pregunta ¿estoy dónde me gustaría estar? El problema
que tenemos, básicamente, es que hacemos las cosas por inercia. Pocas veces nos
paramos, nos dejamos arrastrar”. Las consecuencias, de sobra son sabidas/sufridas.
Lo que hay que entender es que “se trata de un entrenamiento, supone estar
constantemente trabajando en ese tema”. Por eso, anima pero no engaña. “En
ningún momento he dicho que sea fácil, sí digo que es posible, se pueden
conseguir los cambios que quieres”.
Según el Coaching, “cada uno tenemos una forma de ver la
vida. Por tanto, hay tantas realidades como personas”. Y atención a este círculo que describe Carmen
Bielsa. “En función de cómo vemos la vida, actuamos. Y en función de cómo
actuamos, obtenemos unos resultados. Y si no me gustan, lo único que puedo hacer
es cambiar las cosas que hago. Y para cambiarlas, tengo que cambiar mi forma de
ver la vida. Ahí entra el entrenamiento”. A eso le suma que “tenemos instaladas
muchas creencias que nos limitan, nos impiden avanzar. Hasta que no cambiemos
esos pensamientos y las conversaciones que tenemos con nosotros mismos, llenas
de negatividad, en las que nos fustigamos, no avanzaremos”. Por tanto, objetivo,
“acabar con las creencias limitantes. Tengo que ser consciente de todo lo que
me digo día a día, cambiar el lenguaje. Se puede decir lo mismo de otra forma”.
Así, “cuando vas viendo cambios uno se anima”. Un nuevo mantra, “la vida es
elegir. Yo decidido lo que quiero hacer y sé cuáles son las consecuencias”.
Todos estábamos atrapados con su discurso, entendiendo la
responsabilidad con nosotros mismos, de la cual no podemos desprendernos. “La
responsabilidad de los resultados de mi vida depende de mí. Cuando soy consciente
de ello, asumo que tengo la capacidad de elegir y eso me da un poder enorme”,
explicó. “Yo decido cómo quiero vivir mi vida, si quiero ser feliz o estar todo
el día llorando”, añadió. Entiende que haya mucho escepticismo entorno al
Coaching y lo que ha trascendido de él. Y no oculta sus reticencias hacia
ciertas manifestaciones. “Hay que ser crítico. Está de moda la autoayuda, la
visualización, el happy flower, pero hay que tener mucho cuidado, no todo es
tan bueno como debiera”, expresó. De ahí un efecto negativo entre la ‘audiencia’.
“Como nos están diciendo que puedes conseguir todo lo que quieras, eso lleva a
mucha gente a frustrarse”. Y dijo más, “uno debe ser consciente de sus
limitaciones. En lugar de focalizarme en lo que no tengo, hagámoslo en aquello
que sí tengo, las cualidades buenas, que me hacen crecer… Y no pensar que las
cosas malas son fracasos, lo son si no soy capaz de aprender de ello”.
MARCA PERSONAL. El marketing va mucho más allá de los
anuncios y las marquesinas de los autobuses, para trasladarse a las personas. Y
el Coaching entra en acción. “Es fundamental definir tu propia marca personal, como
la de las empresas o las marcas. Tienes que tener claro tu misión, tu visión,
tus atributos, tus fortalezas y debilidades, las oportunidades del entorno,
quién quieres que sea tu público o no, tu imagen frente a los demás…”. Todo con
el triunfo como meta, aunque su idea no sea global. “El éxito es distinto para
cada uno. Tengo que preguntarme qué es para mí ser exitoso, estoy donde quiero
estar o no, qué cualidades tengo yo…”. De ahí a emprender hay un paso, que será
más firme al lado de un coach. “Se emprende a diario, siempre tenemos que tener
algo por lo que levantarnos por la mañanas. El punto común de todos los
emprendedores es la pasión”. Según Bielsa, no podemos dejar de vivir
apasionadamente. “Mucha gente va por la calle andando, pero eso no quiere decir
que estén vivos”, dijo rotunda.
Con libreta física o mental, apuntamos más frases y
reflexiones únicas de la coach de Cipsa. “Sonreír es fundamental, sólo con el
gesto el cerebro entiende que todo va bien. Es totalmente terapéutico”. “No
creo en las casualidades, las cosas pasan porque tienen que pasar” y, citando a
su coach, Iberia González, dijo que “las personas llegan a tu vida cuando
tienen que llegar y se van cuando han hecho lo que tenían que hacer por ti”.
Otra lección, a modo mobiliario dice así. “Tenemos una mesita con tres cajones:
mis asuntos, tus asuntos y los asuntos del universo. El único que tiene pomo es
el de mis asuntos. Empeñarme en que tengo que manejar los asuntos de los demás
o del universo es muy cansado e inútil”. El proceso que describe empieza en el propio coach, personificando así el
aprendizaje y la utilidad del entrenamiento. “Personalmente, mi experiencia me
dice que se puede conseguir. A veces hay días que también hay que consentirse,
darse permiso a la pataleta, pero merece la pena el resultado, al final te
sientes mucho mejor. El objetivo de todos es ser feliz, si tienes la
posibilidad de serlo por qué no intentarlo”.
El turno de preguntas fue intenso y dinámico, con un frente
bastante común, debatir una de las afirmaciones de Bielsa. “Estoy convencida de
que el siglo XXI es un siglo en femenino, vamos a tener que empezar a trabajar
y a pensar en femenino, hombres incluidos”. Precisamente, fueron algunos chicos
presentes los que cuestionaron su planteamiento y dudaron de la capacidad
femenina para entenderse y defenderse entre ellas. Emociones y sentimientos de
unos y otros se pusieron sobre la mesa y parece que el litigio merece otro foro
específico. Guerra de sexos. Que empiece el entrenamiento… Por el momento,
tenemos muchos deberes pendientes. ¡Atención, pregunta (poderosa)…!