El término “fobia” proviene del
griego phobos, que significa TERROR. Hoy en día, la fobia se entiende como un
miedo intenso, persistente, excesivo e irracional ante cosas o situaciones
concretas que, al provocar miedo, tendemos a evitar.
A
veces no es necesaria la presencia de lo que nos da miedo; con solo imaginarlo
se pueden producir los síntomas:
Sensación de inseguridad y
pérdida de control, taquicardia, respiración agitada, sensación de ahogo,
tensión muscular, temblores, agitación o paralización.
Ante
estos síntomas, huimos de la situación o la evitamos y esto hace que sintamos
alivio inmediatamente. Pero cuanto más evitamos más intensa y crónica se va
haciendo la fobia. Podemos
llegar a tener una fobia por sucesos negativos que ocurren en nuestra vida,
cosas que nos han pasado o que hemos observado:
Es más fácil tener miedo... a los
perros, por ejemplo...
- Si mis padres lo tenían:
observo lo que hace mi madre cuando hay un perro cerca y yo reacciono de forma
similar, como algo peligroso o amenazante.
- Si me ha mordido directamente o
si me ha afectado ver imágenes en películas,...
De todas formas, hay personas más
o menos vulnerables; es más frecuente en mujeres.
Podemos
tener miedo a muchas cosas:
1. Muchos conocerán a
alguien que tiene miedo a ANIMALES, desde los insectos, en general, a las arañas
en particular o a los reptiles, por ejemplo las serpientes,... pero también a
los pájaros o a perros y gatos.
2. Es muy conocido el miedo que
tienen muchas personas a FENÓMENOS NATURALES, como las tormentas.
3. En los miembros de una misma
familia es frecuente el miedo a la SANGRE y las INYECCIONES y todo lo
relacionado con ellos.
4. Y, por último, hay fobias a
distintos LUGARES O SITUACIONES, como los ascensores, aviones, lugares altos o
espacios cerrados y trasportes públicos.
El miedo a volar no tiene la misma importancia
para un anciano rural que para un joven ejecutivo de una gran empresa, que
viajará con frecuencia. Las fobias son un problema cuando el malestar que producen
es muy alto o cuando interfiere en la vida cotidiana de las personas. Si ese
fuera su caso, es recomendable acudir a un profesional. La Psicología cuenta con
tratamientos efectivos para ayudarle a superarlo.
Departamento de Psicología
Clínica de CIPSA
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