En la labor de educación de nuestros hijos/as, los padres y el profesorado desempeñan un importante papel, ya que ayudan a descubrir y desarrollar las capacidades y habilidades personales desde la primera infancia y son los encargados de proporcionar la estimulación y los recursos necesarios para ello. En ocasiones, especialmente cuando aparecen dificultades, surge la necesidad de recurrir a apoyos externos específicos (clases particulares, intervención psicopedagógica, apoyo psicológico, etcétera).
El proceso de
enseñanza-aprendizaje
Tradicionalmente, la concepción
del aprendizaje y la educación en las escuelas se basaba en la idea de que los
docentes debían educar a sus alumnos/as a través de clases magistrales, donde
el profesor/a exponía contenidos concretos y estables, que los alumnos debían
memorizar mecánicamente. Bajo esta percepción, el alumnado tenía un papel
pasivo. Por otro lado, los problemas de aprendizaje se debían a una carencia o
alteración interna de los propios alumnos/as, por lo que la familia y los
docentes se veían libres de responsabilidad.
En los últimos cien años se ha
modificado progresivamente esa concepción del aprendizaje, otorgando al alumno
un papel activo. Desde diferentes corrientes teóricas de la Psicología de la
Educación (especialmente el conductismo y los modelos cognitivos) se ha llevado
a cabo gran cantidad de investigaciones que demuestran la importante influencia
en el aprendizaje de la inteligencia, los procesos básicos (atención, memoria,
etc.), los aspectos motivacionales y los emocionales, así como del contexto
familiar y escolar. Gracias a esas investigaciones han surgido propuestas de
intervención encaminadas a dar una
respuesta eficaz a los alumnos con problemas de aprendizaje.
Las dificultades de aprendizaje (DA)
“Hoy en día, en nuestro país, el
concepto dificultades de aprendizaje engloba a un grupo de alumnos/as muy
heterogéneo, que incluye problemáticas diversas que pueden relacionarse con la
adquisición y uso del habla, escucha, lectura, escritura”, razonamiento,
matemáticas, atención-concentración, etcétera. Estas dificultades comprometen el
rendimiento académico del niño/a y pueden llevar al fracaso escolar. Además, se
tiene en cuenta las variables sociales y familiares que pueden influir en el
aprendizaje (nivel de estimulación, recursos disponibles, conocimiento del
idioma, habilidades sociales, problemas familiares, etcétera).
Algunas características de los
alumnos con DA son:
- Dificultades en memoria, que se
reflejan en problemas para retener información auditiva y visual. Por ejemplo,
lentitud para memorizar un texto, confusión de conceptos en la memoria,
problemas para recordar lo aprendido, etcétera. Estas dificultades pueden ser de
origen neurobiológicas o debidas a factores ambientales familiares o escolares.
- Dificultades de atención. Les
cuesta encontrar las ideas importantes de un texto, permanecer en la tarea un
tiempo prolongado o realizar varios procesos al mismo tiempo (por ejemplo, para
hacer una división por dos cifras ha de saberse las tablas, buscar el múltiplo
que más se aproxime sin pasarse, restar, recordar las llevadas, etcétera).
- Problemas en la construcción y
utilización de estrategias de autorregulación. Son aquellas que nos permiten
controlar lo que estamos haciendo, manteniendo nuestra atención, buscando la
información relevante, revisando lo realizado, etc.
- Baja autoestima. Las continuas
experiencias de fracaso, junto con la imagen de “torpes” en el ámbito escolar
hacen que su autoestima se vea dañada.
Parece obvio que las personas con
DA presentan unas necesidades educativas especiales a las que el sistema
educativo ha de responder a través de apoyos y de adaptaciones en el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Estrategias de aprendizaje
Actualmente, se considera
necesario educar a las personas para que “aprendan a aprender” de forma
autónoma. Para ello, debemos dotarlas de herramientas que permitan a cada alumno/a
aprender de forma activa y crítica, gestionando los procesos que intervienen en
el aprendizaje.
En el caso del alumnado con
DA, se debe partir de las capacidades y
habilidades más desarrolladas para compensar otras deficitarias. Por otro lado,
ha de favorecerse la educación sin segregación, es decir, partiendo de la
integración del niño/a en el aula, con
sus compañeros/as de clase. Por último, de acuerdo a los modelos de las Inteligencias
Múltiples (Gadner), se buscará la formación
integral de todas las inteligencias.
A modo de conclusión, podemos
destacar algunas ideas en torno a las DA y las estrategias de aprendizaje:
- Necesidad de desarrollar
intervenciones más ajustadas a cada persona, potenciando el uso de soluciones
alternativas para el mismo problema y la adquisición de conocimientos por
distintos caminos.
- Importancia de las Adaptaciones
Curriculares Individuales que permitan personalizar las intervenciones en el
centro escolar.
- Fomentar el carácter
participativo y activo del alumno/a. El docente, como mediador del aprendizaje,
realiza un traspaso progresivo del control hacia el alumno/a.
- Promover la aplicación de los
aprendizajes a la realidad próxima.
- Atender, especialmente, a los componentes
afectivos y emocionales, promoviendo la educación emocional.
Departamento de Psicología
Educativa de CIPSA
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