Hola de nuevo a los lectores asiduos y nuevo
hola para los que se estrenan.
Se suele decir “Año Nuevo, Vida Nueva”… y es
que estas fechas están llenas de buenos propósitos. Este blog va a ser algo más
largo. Pero veréis que puede daros claves prácticas.
De vez en cuando necesitamos detenernos para reflexionar
y analizar nuestra conducta y nuestra vida. Hay momentos en el año que invitan
especialmente a ello porque coinciden con algún cambio personal, social o
natural. Por ejemplo el fin de año es una época de análisis colectivo; también
en septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar y el término de las
vacaciones es una época típica de buenos propósitos. También, a nivel
individual, los cumpleaños son un período de reflexión y balance
La
costumbre de hacerse buenos propósitos de cara al año nuevo es muy
antigua, y seguimos año tras año
expresando nuestros deseos de mejora para el período que se inicia,
planteándonos resolver dificultades y superar retos.
Los buenos propósitos
representan objetivos que pretendemos alcanzar a través de algún plan de
acción. Ponerse metas, ayuda a centrar la atención en lo que se tiene entre
manos, movilizan el esfuerzo, es decir, nos impulsan a concentrar las energías
en conseguirlas
Sin embargo proponerse algo es infinitamente más sencillo que lograrlo.
Podemos sentirnos satisfechos si logramos un 10% de lo que nos proponemos. En
general nos cuesta cumplir los buenos propósitos cuando intentamos cambiar
hábitos muy arraigados, o cuando los objetivos están mal planteados, o no nos
planificamos u organizamos bien. Y también puede faltarnos convencimiento para
enfrentarnos o que sea algo que otros desean pero no yo mismo. Me refiero es que EL PASO PREVIO es COMPROMETERSE.
Proponerse trabajar firmemente. Hay que cree que uno puede lograrlo y hacer un
compromiso de esfuerzo consigo mismo; es decir, poner toda la carne en el
asador. Sin esfuerzo y sin dedicación, los buenos propósitos se quedan en eso,
en una declaración de intenciones.
Lo mismo puede ocurrir cuando las metas nos las ponen otros: “Has de dejar de fumar”, “Debes ir al
gimnasio”,...Por muy razonables y positivas que sean, no se alcanzarán si
no hacemos que sean metas personales.
Mañana
colgaremos algunas recomendaciones para conseguirlo?!
Un abrazo
de 20sg para cada lector.
Angela
Carrera
Psicóloga
Clínica
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