La realidad se impone. Cada vez son más
las parejas que quieren separarse. Por ello, podríamos llegar a considerar la
separación de una pareja como una fase, relativamente normal, del ciclo
evolutivo familiar. ¿Quién no conoce a
su alrededor a alguna persona separada?
Sin embargo, a pesar de ser algo frecuente,
sabemos que esta experiencia puede ser
una de las situaciones más estresantes, complicadas y dolorosas por las
que una persona puede pasar a lo largo de su vida, ya que supone
encontrarse en una encrucijada de problemas
personales, emocionales, de pareja, familiares, económicos y legales. Por
lo tanto, la pareja que se separa, es difícil que pueda afrontar esta situación
sin experimentar sufrimiento. Además, gran parte de la sociedad, aún hoy,
vive la separación como un fracaso vital. Sin embargo, nosotros entendemos que
implica un movimiento hacia la salud, donde las personas quieren
terminar
- con conflictos, peleas, discusiones y
situaciones diarias que dañan su autoestima y
- con relaciones afectivas deterioradas,
que dejaron de compensarles hace tiempo.
Y esto requiere, valentía, fortaleza y
seguridad. Pero a veces, no es fácil hacerlo sólo. Aparecen las
dudas, los miedos, las inseguridades, las culpas, las preguntas sin respuesta,
la frustración, la rabia, el enfado, la tristeza…Todo esto hace que la persona se
encuentre en un momento de máxima vulnerabilidad… y confusión…
La Terapia de separación es un espacio de apoyo y trabajo personal,
donde te ayudamos a:
- Comprender lo que te está pasando: La separación es un proceso de pérdida, que no se produce de un día para otro y motivado por una única causa, sino que se va desarrollando a lo largo de los años, como consecuencia de un patrón de interacción disfuncional entre los dos miembros de la pareja. Por lo tanto, los mecanismos que ponemos en marcha para intentar adaptarnos a este cambio, son similares a los que se ponen en marcha cuando perdemos a un ser querido. Se trata de un proceso de duelo que te ayudamos a afrontar y superar.
- Expresar y dar sentido “al cóctel de emociones cambiantes” que, en una u otra intensidad, están presentes en todo el proceso de ruptura (frustración, ira, rabia, enfado, tristeza, pena, culpa, indiferencia, odio, resentimiento, confusión, miedo, impotencia, deseo de venganza…), y que están bloqueando tu camino, impidiéndote seguir avanzando y disfrutar de tu vida.
- Reflexionar y entender qué ha ocurrido en la relación de pareja y en qué medida cada miembro ha contribuido a que esa relación haya sido disfuncional (dificultades personales, una comunicación inadecuada, necesidades y proyectos de vida diferentes, mitos sobre la relación de pareja…)
- “Desengancharte emocionalmente” del otro, y que puedas poner fin a una situación que te está haciendo mucho daño.
- Desarrollar nuevos aprendizajes personales, más adecuados para recuperar autoconfianza, seguridad e independencia (habilidades de comunicación, establecimiento de límites y prioridades, reajuste de las expectativas…) en definitiva, te ayudamos a que aprendas a
- Responsabilizarte de tu propio bienestar, para que puedas iniciar una nueva etapa de tu vida, con nuevos proyectos e ilusiones.
¿QUÉ OCURRE CUANDO LA PAREJA TIENE
HIJOS?
Si la pareja tiene hijos, el proceso de
separación suele ser más complejo y difícil… ya que cuando nos encontramos en
mitad de tantas emociones dolorosas y desagradables,
es fácil desequilibrarse y perder la perspectiva, priorizando nuestras propias necesidades a
las de los hijos. Esto, a menudo, se hace de manera inconsciente e incluso se
toman o se dejan de tomar decisiones pensando que es lo mejor para ellos. Sin
embargo, no siempre es así. No podemos olvidar, que lo más adecuado para los
hijos es vivir en un entorno equilibrado donde puedan recibir el afecto, la
protección, la atención, la estabilidad y la seguridad que todas las personas
necesitamos para tener un adecuado desarrollo emocional e intelectual. Y esto,
a veces, es difícil de conseguir en parejas en continuo conflicto.
Por supuesto que lo mejor para los hijos es
vivir con ambos progenitores, siempre que éstos sean capaces de construir un
entorno equilibrado y amoroso. Pero si esto no es posible, lo más adecuado es
tener dos progenitores responsables de su propio bienestar y el de sus hijos,
capaces de tomar de forma consensuada, la decisión de separarse, sin que ésta
se convierta en una batalla más, llena
de luchas por el poder, ataques,
descalificaciones y humillaciones hacia la otra persona.
En
la terapia de la separación te ayudamos a:
- Pensar en las necesidades
emocionales de tus hijos y a cómo comunicarles de forma adecuada a cada edad,
la decisión de la separación, ya que sabemos que cómo se comunique esta noticia
tiene un importante impacto en cómo los hijos van a vivir esta situación.
¿A QUIÉN VA DIRIGIDA LA TERAPIA DE LA
SEPARACIÓN?
- A aquellas personas que quieren separarse pero no se sienten capaces de dar el paso por diferentes razones (miedos, dudas, dependencia emocional, vergüenza, presiones familiares y/o sociales, razones económicas…)
- A aquellas personas que quieren separarse pero necesitan ayuda para hacerlo de una manera adecuada, minimizando el conflicto y el daño que la ruptura pueda hacer, tanto al otro miembro de la pareja, como a los hijos y al resto de familiares.
- A aquellas parejas donde un miembro quiere separarse y el otro no.
- A aquellas parejas que han decidido separarse y necesitan ayuda para saber cómo comunicárselo, a sus hijos e hijas.
Si al leer esto, te has sentido
identificado/a y quieres tomar las
riendas de tu propio bienestar, podemos ayudarte…
¡¡¡¡ Sólo tienes
una vida, y tú decides cómo quieres vivirla!!!
Gema Echevarría
Psicóloga Clínica. Terapeuta Familiar y de Pareja
Equipo Profesional de CIPSA
Psicóloga Clínica. Terapeuta Familiar y de Pareja
Equipo Profesional de CIPSA
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