20 años sí, pero una lucha infinita. Así puede
resumirse el trabajo de ALEGA, la Asociación de Lesbianas, Gais, Bisexuales y
Transexuales de Cantabria, protagonista de una nueva jornada del ciclo
'Encuentros con...'. Tomó la palabra Alberto San Emeterio, formador del
colectivo cántabro, que cautivó a los asistentes al Espacio Fraile y Blanco con
su naturalidad y discurso cercano. Contestó a cada pregunta de Ángela Carrera,
directora de CIPSA y psicóloga clínica, con argumentos y verdades, las de
tantos testimonios que han vertebrado la trayectoria de este histórico grupo
pro-libertades. Fue precisamente lo que destacó el anfitrión, el comunicador
Jesús Mazón, el valor del ponente y otros tantos valientes que han trabajado
por visibilizar un sentimiento que muchos quieren silenciar. Los minutos fueron
cómplices y una sucesión de temas, incluso tópicos, que San Emeterio fue aclarando/desmontando
sin despeinarse.
“Un bisexual no es una
persona que se enamora de cualquiera, sino de personas de indistinto sexo”,
dijo. Aunque reconoció que hay personas que se resisten a reconocer su
homosexualidad, respaldándose en la bisexualidad. Como si fuera más o menos
grave... Un error. Porque se habló mucho de la aceptación, del proceso de asumir
tal o cual orientación sexual y su evolución en el tiempo. “No conozco a nadie
que sea LGTB que con 15 años no quiera contarlo, pero antes te callabas. Ahora
se habla más”. Y a colación, se habló de las familias y su propio ejercicio de
asimilación. “Los padres también tienen que ‘salir del armario’. Que los hijos
vean que se asume sin miedos ni prejuicios les enorgullece”, expresó. Valoró
especialmente a los progenitores de transexuales, con historias más complejas.
Empezando por las carencias clínicas, al menos en Cantabria. “Necesitamos un
protocolo, gente implicada en el tema de la transexualidad. Estamos intentando
que se den pasos”. Y es que no se entiende que en otras comunidades haya
unidades específicas y profesionales destacados en la materia y aquí un vacío
absoluto.
Alberto San Emeterio no se
limitó a sostener el micrófono sin más. Pasó a la acción para trasladar a sus entregados oyentes a una de sus sesiones formativas y de sensibilización. Un globo
hinchado, a modo de ejemplificación, contenía las frustraciones y miedos por
los que pasa una persona LGTB. Hasta que un día explota. Antes o después, pero
termina sucediendo. He ahí cuando muchos se plantean si uno nace o se hace gay/lesbiana/bisexual/transexual...
“Si yo pudiera elegir, no hubiera elegido la opción que me discrimina”,
compartió sincero. Aprovechó para cargar de valores positivos esta realidad. “Parece
que hablar de ser LGTB siempre es hacerlo de sufrimiento, pero es una historia
de aprendizaje, nos ayuda a comunicarnos, a conocer otras personas”. Eso sí,
explicó que la situación en otros países aún es dramática. “En Alega tenemos el
testimonio de personas que llegan de los centros de inmigración y cuentan
historias tremendas”, recordó.
Defendió las celebraciones
del Orgullo Gay, aunque reconoció no haber estado en ninguna de las
manifestaciones multitudinarias, sí en las que se celebran en nuestra región. “Si
yo he estado luchando para que todo el mundo se muestre como quiera, yo
defiendo el Orgullo Gay”, dijo. Otro tema recurrente es el de los nuevos
modelos de familia y ahí, San Emeterio, fue tajante: “Las familias
homoparentales son normales. No tienen que demostrar que son padres ni madres
perfectos”. Respecto a las adopciones explicó que “a nivel internacional para
homosexuales está cerrada y si vas soltero ya eres sospechoso. Y en España no te
ponen al principio de la lista”.
Como profesor de Instituto,
concretamente de Matemáticas (algo que dice sorprender a los chavales cuando va
a dar alguna charla), remarca la importancia de involucrar a los centros en el
ejercicio de visibilizar la cuestión LGTB. Recuerda que en su etapa escolar
buscaba referentes y buceaba entre sus libros, pero sólo encontró “una alusión
a Federico García Lorca y su sufrimiento con homosexual”. “Es muy necesaria la
educación sexual. Se está dando de forma puntual, sin un eje político, y luego
nos quejamos”, dijo. Porque las nuevas generaciones (y no tanto) han de saber
poner nombre a las cosas: “Se confunde mucho la práctica sexual con la
orientación sexual. Basar la sexualidad a tema coital es un error”.
A lo largo del encuentro, si
algo quedó claro es que la normalización aún no se ha logrado. “El tema LGTB
estará normalizado cuando preguntándolo no ponga a nadie a la defensiva. Aún no
hemos llegado a ese punto”, se lamentó San Emeterio. Es más, concreto diciendo
que “no estamos normalizando, estamos invisibilizando. Hay que hablar, aunque a
veces nos cueste”. Y añadió, “queda mucho por hacer, visibilizar... Hay que
acompañar a las familias. Y no dejar conversaciones pendientes”. Sólo así se
logrará la matemática perfecta por la que él y otros tantos llevan muchos años
luchando. Resultado, el querer en libertad.
El próximo encuentro, el Miércoles
25 de Febrero, lleva un título que lo dice todo 'Confidencias entre psicólogas',
con Ángela Carrera y Marta Arasanz. Como siempre, a las 20.30 horas, en el
Espacio Fraile y Blanco. Os invitaremos a un té. ¡Os esperamos!
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