Si encontrar un trabajo
interesante es un logro importante en nuestra vida, entonces, ¿por qué no
nos preparamos a fondo para conseguirlo? Como casi todo en la vida, la
consecución de una meta (en este caso, ser el/la candidat@ seleccionad@), está
directamente relacionada con el esfuerzo realizado.
Esto significa que, no sólo
basta con poseer la formación precisa, disponer de suficiente experiencia,
tener las cualidades y cumplir con los requisitos requeridos para el buen
desarrollo del trabajo y que todo ello nos haga merecedor@s del puesto, sino
que además, y no menos importante, debemos demostrarlo.
Ese momento crucial, en el
que trataremos de convencer a la empresa de que somos la persona idónea,
es durante la ENTREVISTA. No olvidemos que el/la entrevistador/a
sólo nos conoce a través de un documento (Currículum Vitae), que en muchas
ocasiones está confuso, incompleto, con exceso de detalles o poco atractivo; y
es durante la entrevista cuando tiene que recabar la información
suficiente, comprobar datos y hacer predicciones sobre comportamientos futuros de
los candidatos. A estas alturas el/la seleccionador/a se cuestiona: ¿este/a
candidat@ es responsable, está motivad@, es competente, dará problemas, será leal,
dará el máximo de sí mismo, será capaz de hacer el trabajo y adaptarse a los
cambios, etc.?
Por lo tanto, debemos
aprender técnicas de comunicación, negociación,..., persuadir al
seleccionador/a y convencerl@ de que somos una buena inversión, de que
eligiéndonos a nosotros, ha tomado una de sus mejores decisiones laborales. Y
únicamente lo conseguiremos, si consideramos el proceso de la entrevista,
como un tipo de actividad fundamental a la que tenemos que prestarle una
dedicación especial.
Algunas recomendaciones...
Actitudes y habilidades que las empresas consideran importantes:
Algunas ya forman parte de manera natural, de nuestro repertorio, no obstante, siempre podemos mejorarlas y otras las podemos aprender. Dependerá del puesto a cubrir y, por supuesto, de la política de la empresa, no obstante, una muestra de ellas es
la siguiente:
- Habilidades de comunicación.
- Tolerancia al estrés.
- Capacidad de adaptación, flexibilidad.
- Capacidad de trabajar sol@ y en equipo.
- Determinación.
- Estándares de rendimiento profesional elevados para sí mism@ y colaboradores.
- Interés en aprender.
- Creatividad, y muchas más...
[ Preparar la entrevista ]
a) RECOPILAR INFORMACIÓN
SUFICIENTE SOBRE LA EMPRESA Y EL PUESTO
Revisar la información escrita
como, publicidad, anuncios de trabajo, anuarios, reportajes del sector en
revistas especializadas, internet, etc., y preguntar a nuestra red de
contactos. Conocer datos sobre el sector, el mercado, la clientela,
la política de la empresa, qué productos o servicios ofrece, la competencia,
cómo está organizada la empresa, sus departamentos, oportunidades de ascenso,
cuales son las tareas fundamentales del puesto, si es de nueva creación,....
etc., nos permitirá, entre otras cosas, demostrar nuestro interés en el
puesto mediante preguntas apropiadas, utilizar las notas para preparar las
respuestas oportunas y, por supuesto, omitir aquello que no nos sea
favorable. Es importante saber quién es la persona que nos va a
entrevistar y qué lugar ocupa o qué relación tiene con la empresa.
b) AUTOEVALUACIÓN
El conocimiento en profundidad de
nosotr@s mismos, de nuestros puntos débiles y fuertes, nos permitirá sacar el
máximo de nuestras cualidades.
En este punto:
- Elaborar una lista de los puntos fuertes (por ejemplo: disposición para el aprendizaje, cooperación, lealtad, capacidad para delegar...) y otra de los mejorables (falta de experiencia, poca iniciativa, dificultad para dar buenos argumentos...).
- Conocer todos los detalles del currículum: analizar nuestra vida académica y
- Laboral, con fechas y funciones, tareas realizadas...
- Reflexionar sobre nuestros planes de futuro profesional y personal, ¿qué esperamos de la empresa, del puesto a desempeñar?, ¿qué nos interesa de este trabajo, qué podemos ofrecer a la empresa?
- Preparar una lista de preguntas posibles que podamos encontrar en la entrevista.
- Preparar respuestas tipo, expresando las habilidades, procurando utilizar ejemplos y situaciones vividas en trabajos anteriores (datos objetivos y no opiniones) y teniendo en cuenta qué cualidades son fundamentales para la empresa.
- Utilizar la técnica del role-play para entrenarnos: afianzar y corregir respuestas, tono de voz, posturas, gestos, vocabulario...
[ Durante la entrevista ]
Llevar una carpeta con lo que
podamos necesitar: al menos dos currículos originales (puede
haber más de un entrevistador), certificados de trabajo, títulos, copia de
artículos, informes, bolígrafo y papel de notas...
> Cuidar el comportamiento verbal
- Ser breve en las exposiciones, pero completando las respuestas.
- Evitar dar respuestas confusas.
- Ser discreto y no hablar de jefes anteriores o asuntos personales ajenos.
- Imparcialidad en los argumentos.
- Precisión a la hora de recordar nombres, lugares y datos.
- Expresar las ideas con un mínimo de indecisión.
- Ante preguntas complicadas, no contestar a ciegas, hacer una pausa y pensar lo que vamos a decir.
- Si no hemos entendido algo, preguntar para clarificar.
- Escuchar atentamente y jamás interrumpir o hablar a la vez que el/la entrevistador/a.
- Prestar atención al vocabulario y no usar coletillas o jergas.
> Cuidar el lenguaje corporal
- Atender la imagen personal: aspecto aseado, discreto, y minimizar el uso de accesorios.
- ¡Ojo a las colonias y perfumes! ¡apagar el móvil antes de entrar!
- Mostrar naturalidad y cordialidad, sonreír.
- Hablar claro, que se entienda y a una velocidad normal.
- No demostrar que se está en guardia, pero nunca bajarla.
- Se valora el ser desenvuelt@, informad@ y participativ@.
- Sentarse relajadamente, después de que nos inviten a hacerlo, sin tirarse en la silla y sin jugar con el bolígrafo u otros objetos.
- Utilizar los gestos para acompañar lo expuesto, no cruzar los brazos, tocarse el cuello o consultar el reloj.
- Mantener contacto ocular con el/la entrevistador/a
- Stop a las mentiras, nuestro lenguaje corporal puede delatarnos y por supuesto, no discutir con nuestr@ interlocutor/a.
[ Al finalizar la entrevista ]
- Solicitar información sobre el proceso de selección, en cuanto a quién se pondrá en contacto con nosotros/as y en qué fecha.
- Agradecer verbalmente el tiempo dedicado.
- Enviar una carta de agradecimiento y así mismo, expresare el interés en formar parte de la empresa.
[ Después de la entrevista: hacer un repaso de la misma ]
- Escribir las preguntas que nos han hecho y la información que nos han dado.
- Anotar las preguntas y las respuestas que hemos efectuado.
- Señalar las respuestas que nos han parecido brillantes y aquellas mejorables, y, escribir alternativas a éstas últimas.
- Reflexionar sobre nuestro lenguaje corporal (gestos, imagen, posturas...), si ha sido adecuado y qué puntos hay que pulir, etc.
Evaluar la entrevista, nos
permite prepararnos para situaciones futuras cada vez de manera más eficaz. No
olvidemos que es una herramienta de selección de personal indispensable y por
la que tenemos que pasar inevitablemente a lo largo de nuestra vida laboral.
Berta Ayerbe García
Psicóloga Especialista en
Psicología Industrial. Responsable del Departamento de Psicología Laboral y
RRHH de CIPSA
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