A continuación aparecen algunas preguntas
frecuentes a cerca del TDAH y su abordaje terapeútico:
¿Qué es el TDAH?¿A qué es debido?
Prácticamente todos hemos oído y utilizado la
palabra hiperactivo para referirnos a
niños muy inquietos, de manera que este término se ha popularizado y usado en
situaciones cotidianas.
Desde la psicología, la psicopedagogía o la
medicina, cuando se habla de un niño/a hiperactivo/a nos referimos al Trastorno por Déficit de Atención con
Hiperactividad (TDAH), entendiendo que el déficit de atención puede cursar
con o sin hiperactividad, afectando a un grupo heterogéneo de niños, es decir,
a niños muy diversos.
Actualmente parece haber acuerdo en que existe
una base biológica y cierta base genética que explica el origen del trastorno,
de manera que se considera que los síntomas se deben a una condición
neurobiológica, aún en proceso de investigación.
No obstante, el contexto familiar, escolar y
social en el que se desarrolle el niño/a determinará la evolución del
trastorno.
¿Qué tratamientos son eficaces? ¿Qué factores influyen en la evolución del caso?
El tratamiento del TDAH ha de ser integrador,
es decir, ha de buscar dar respuesta a las necesidades (a nivel personal,
familiar, social y académico) que el niño/a presenta en el momento actual. El
abordaje multidisciplinar de trastorno, que implica la participación de
diversos profesionales (psicólogos, educadores, médicos, etc), hace necesario
que estén coordinados entre sí. No debemos olvidar que la labor de los padres
es fundamental para que la intervención tenga el efecto deseado.
Los tratamientos que parecen haber demostrado
su eficacia son los siguientes:
Ø Programas de terapia de conducta para el manejo de conductas problema,
dirigidos a padres y docentes.
Ø Intervenciones con los propios compañeros, desde el aula.
Ø Abordaje psicológico de posibles dificultades (problemas para
relacionarse, ansiedad, depresión, etc.)
Ø Interveción psicopedagógica (dificultades en lecto-escritura, control
de la atención, técnicas de estudio, etc.)
Ø Estos tratamientos, en ocasiones precisan de otras intervenciones como
la ayuda farmacológica (metilfenidato principalmente) o las adaptaciones
curriculares escolares.
La detección temprana del trastorno, una
evaluación psicopedagógica que permita establecer las necesidades del niño/a, junto
con una intervención ajustada a cada caso, parecen predecir una evolución
positiva de trastorno. Por otro lado, parece conveniente ser prudentes respecto
al tratamiento farmacológico, especialmente cuando se utiliza como única opción
de tratamiento.
Verónica Lamadrid
Psicóloga Especialista en Intervención en
Dificultades del Aprendizaje
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