jueves, 3 de noviembre de 2011

RECURSOS QUE FAVORECEN LA COMUNICACIÓN EN NUESTROS HIJOS/AS:


A continuación, os propongo algunas recomendaciones sencillas para fomentar la comunicación en los niños/as de 0 a 6 años.
¨       Más importante que hablarle mucho o "invadirlo de discursos", es hablarle con palabras y frases que se adecuen a sus posibilidades de comprensión. El niño muestra verbalmente y/o a través de sus comportamientos cuando no comprendió lo que se le dijo.
¨       Miremos al niño a los ojos y al rostro mientras le hablamos. 
¨       Debemos hablarle despacio y ser pacientes para escucharlo. 
¨       Es conveniente y no sólo para el desarrollo del habla nombrar los estados de ánimo que el niño o la familia expresan, alegría, tristeza, enojo, dolor, esperanza y también sus motivos ya que facilita la comprensión de los mismos, genera confianza y permite que sus experiencias sean más seguras y confortables. 
¨       Elogiemos sus logros y esfuerzos para hablar. No corrijamos su gramática diciéndole "lo dijiste mal" solo debemos reproducir su frase con un ejemplo correcto. Además las expresiones de elogio permiten que el niño se apropie de ellas para gratificarse o gratificar a otros al usarlas. Las expresiones de desaprobación debemos limitarlas en su uso y sólo emplearlas para frenar comportamientos de riesgo, violentos o antisociales tratando de redireccionar los mismos utilizando palabras que lo orienten hacia comportamientos saludables y positivos mostrándole lo que está bien y lo que es seguro. 
¨       Los adultos debemos hablar como adultos. Hablar con la manera de un niño pequeño puede resultar gracioso para nosotros pero no lo ayuda a desarrollar y perfeccionar su lenguaje. El niño pequeño es capaz de entender más palabras de las que puede decir. 
¨       Siempre tengamos presente que una conversación tiene 2 interlocutores, permitamos entonces al niño expresarse dándole tiempo y espacio para hacerlo, respetando y promoviendo la alternancia de los turnos para hablar. El juego del teléfono, por ejemplo, facilita este aprendizaje. 
¨       Hablémosle de las cosas que le interesan, que llamen su atención o despertemos previamente su interés; luego podemos enriquecer sus oraciones y orientar su significado y pronunciación. 
¨       Usemos otras expresiones corporales para comunicarnos: los gestos, la mímica de la cara o las posturas del cuerpo son recursos que facilitan la comprensión y enriquecen el diálogo. 
¨       Hay momentos que son más propicios para hablar y debemos aprovecharlos: el baño diario, las comidas, los paseos. 
¨       Mencionar y repetir los nombres de cosas y personas presentes, también las simbolizadas en imágenes e ilustraciones y describir sus formas, colores, belleza, ubicación, semejanzas y diferencias, etc. 
¨       Permitámosle participar de algunos quehaceres cotidianos mientras hablamos sobre ello por ejemplo: "vamos a acomodar la ropa", "alcanzame tus medias", "¿dónde las guardamos?". 
¨       Frecuentemente repitamos las ideas importantes: valores, cuidados, normas, variando las palabras cada vez. 
¨       Nombrar, repetir e identificar los distintos sonidos producidos por cosas o animales por ejemplo: el gato maúlla "miau", el perro ladra "guau", la vaca muge "muuu", etc. 
¨       Es muy importante leerle cuentos adecuados a su edad y facilitarle la exploración del libro y sus ilustraciones y animarlo a crear un relato sobre lo que observa por ejemplo: ¿qué está haciendo el conejo?. 
¨       Las canciones, las rimas y poesías, el juego compartido con los padres y hermanos y el relato de las acciones que le interesan mientras suceden, son excelentes recursos para el desarrollo del habla. 
¨       Hablar es naturalmente placentero y es bueno recrear y mantener esa sensación mientras nos comunicamos.
¨       Intentar que los momentos de juego, de conversación, cotidianos sean lo más natural posible.
¨       No usar preguntas cerradas, es decir, no usar preguntas en las que sólo tenga que contestarnos si/no porque detienen la comunicación. Usar preguntas en las que tenga que contestar él con el concepto. Por ejemplo:
No usar siempre preguntas, como: ¿quieres pan?
Usaremos preguntas abiertas, como: ¿qué quieres?, ¿Quieres pan, chocolate o galletas?

¨       Agregar lenguaje al suyo. Alargar sus expresiones añadiendo información. Por ejemplo:

Si dice "galleta" Nosotros le diremos: ¡Ah, que quieres galleta" Toma la galleta (y se la damos). Nunca repetiremos simplemente su estructura. Es decir, si dice "galleta", no repetiremos "galleta" y se la daremos sin más porque sabrá que con sólo decir una palabra le entendemos y por ello no se esforzará más en usar un lenguaje más amplio para comunicarse. Pero, siempre lo ampliaremos con frases simples. Podemos ampliar su vocabulario usando varias formas, como:
* Nombrando: "es un coche"
* Explicando: "papa va en coche al trabajo"
* Hablando de sentimientos: "¿te gusta ir en el coche de papá?"
* Describiendo: "El coche de papá es blanco" "El coche blanco de papá" "El coche va muy rápido" "El coche de papá es muy grande"
* Haciendo "como si...": "Vamos a hacer como si nos comemos un helado"(acompañándonos con el gesto de chupar el helado).
* Hablando del futuro: "mañana vamos en el coche de papá al zoo".

  • No le haremos repetir palabras, ni expresiones aunque no las haya expresado completamente bien.
  • Siempre le felicitaremos cuando se esfuerce en usar el lenguaje, con un aplauso, una sonrisa, un beso, un "muy bien" aunque sólo se haya aproximado al modelo correcto. Es decir, si intenta decir "quiero patata" pero dice "quero tata", también le ofreceremos refuerzo por lo bien que lo ha hecho por tan solo querer comunicar lo que quiere. Y además le corregiremos, pero no diciéndole "no, así no", sino que le corregiremos dándole el modelo correcto para que nos lo oiga y así, poco a poco vaya integrando las estructuras correctas y pueda ir usándolas él sólo. Entonces, darle el modelo correcto sería decirle: "Ah, quieres patata". Diremos: Ah Miguel, quieres una patata". "Muy bien, toma la patata".
Si algo de esto no funciona, consultar con el especialista en Lenguaje, él o ella sabrán como enseñar a manejarlo de una manera más sencilla. Sólo se requiere una buena práctica y mucha, mucha paciencia.

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