La Sexualidad no se pierde porque se esté
lesionado, o porque uno no se mueva bien, o haya perdido más o menos
sensibilidad... "El sistema sexual puede funcionar sin brazos y
piernas", porque está en todo el organismo aunque, efectivamente,
sea verdad que las lesiones, deformidades, enfermedades o disturbios dañen en mayor o menor grado el
sistema sexual (o el mecanismo para llegar a relacionarse sexualmente), según Money.
Sin embargo, existen otras muchas variables que son las que facilitarán o inhibirán la
búsqueda de otras formas de vivir la sexualidad, las que nos harán adaptarnos, mejor o peor, a las nuevas circunstancias, las que nos harán afrontar el nuevo
reto de un modo pasivo, claudicativo o activamente con imaginación y ganas.
Depende, también, de los que nos rodean, de su
comprensión, ayuda e interacción... Depende de todos, pero principalmente del
discapacitado.
Lo repetimos porque es importante y debería quedar
como eslogan "toda persona, cualquiera que sea su sexo, edad o impedimento es
un ser sexual".
Es la sociedad, la familia y la gente que nos suele rodear los que creen que con discapacidad no se puede vivir la sexualidad y que su
presencia no haría más que complicar las cosas... Existe la evidencia de que las personas con
discapacidad física saben menos sobre el sexo y sobre sus propias oportunidades
de relación que los no discapacitados:
"La sociedad, como dice, contundentemente, Gloria Hale, asexualizando a los individuos ha hecho que un discapacitado físico oculte sus
deseos y tensiones eróticas por temor a que se les tilde de
'obsesos'"; éstos son dos fenómenos entre otros que debemos ir
desterrando.
POSITIVIDAD. Es fundamental ir incorporando actitudes
positivas, también informando/se de cómo es el colectivo, de cuáles son
sus necesidades, temores, apetencias, expectativas, a todos los niveles,
también el sexual.
Hay que educar a los padres, para no crear climas
inadecuados... "pompas de jabón, islas" para el desarrollo psico-sexual del niño, que serán el 'caldo' de cultivo para la imposibilidad de establecer en el futuro relaciones gratificantes que favorezcan la capacidad de relación y que
lleven al establecimiento, quizás, de una pareja.
Es importe tener la conciencia clara de que
"todos somos sexuados, sexuales y eróticos"... también, por supuesto,
los discapacitados, y este es precisamente el primer escollo que tendrán que
vencer: resistir a la presión, ejercida
por la sociedad y, a veces, por el propio discapacitado, para que uno se
convierta en persona asexuada".
Será necesario
convencerse así mismos principalmente, y al resto de la sociedad, de que tienen
las mismas necesidades que los demás.
Y, ante todo, es necesario ofrecer bases para crear actitudes abiertas: "el
Sexo lo tenéis y podéis vivirlo". Ofrecer algunos recursos y posibilidades, desmontar algunos mitos, hacer caer
algunas barreras que nos impiden ser más sexuales.
Pero, eso sí,
lo que no debemos es crear falsas
expectativas, no pretendemos ser excesivamente optimistas, ni simplistas,
ya que, globalmente hablando, "las discapacidades son limitantes" y
aunque esto es, en parte, rehabilitable de muchas maneras, no podemos dejar de ser objetivos y
decir que algunas personas pueden experimentar problemas para afrontar o
desarrollar su sexualidad.
Dr. Carlos San Martín Blanco
Médico. Especialista en
Sexología.
Psicoterapeuta Sexual, Familiar y
de Pareja
Coordinador de CIPSA
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