La mayoría de las personas hemos tenido la sensación, en algún momento, de que hemos encontrado al "amor de nuestra vida" y
hemos deseado que la relación con esa persona dure también para siempre. Pero
la experiencia y las estadísticas sociales nos demuestran que el amor eterno es, en realidad, más una excepción que una regla.
En general,
los sentimientos y emociones que conllevan las rupturas al igual que las
circunstancias que las rodean se parecen mucho a las relacionados con la
pérdida de un ser querido. Aunque la manera de experimentar ese dolor varía en
función de si ha sido inesperada, de mutuo acuerdo o prevista desde hace
tiempo, quienes la experimentan deben vivir un proceso de duelo para superar la
pérdida.
El camino de
la ruptura está caracterizado por varias etapas diferentes. En una primera
etapa predomina la "tormenta emocional", con llantos, penas, preocupación,
angustia, preguntas sobre las causas de la situación, constante recuerdo de
momentos vividos juntos, sentimientos de culpa, rabia, sensación de frustración
o de fracaso.
Poco a poco, comenzamos a aceptar lo sucedido y nos vamos adaptando a la nueva situación, en
la que surgen nuevas preocupaciones, como la situación económica o la reducción
del círculo de amistades que antes compartía la pareja y que los dos miembros
verán reducido.
En una tercera
etapa llega el momento de la reorganización, en la que la persona ya ha
aceptado su nueva situación y necesita reetructurar toda su vida para poder
seguir adelante. Aparecerán cambios
de actividades, de tiempo libre, de amistades… y será un proceso lento que
aportará nuevas ilusiones y objetivos. Es un momento
para retomar aquello que tanto nos gustaba; iniciar actividades de ocio que nos
permitan conocer gente nueva; organizar la economía familiar, saber de cuánto
dinero disponemos y qué nos podemos permitir…
Para
sobrellevar mejor y acelerar la etapa de transición e iniciar una vida con la
vista puesta en el futuro y en las oportunidades que depara, los expertos
sugerimos una serie de claves:
Consejos para la ruptura
1. Evita los
pensamientos destructivos
Pensar qué
estará haciendo o con quién estará sólo servirá para dañarte. Tampoco te
machaques con ideas como "si hubiera hecho esto...", "si hubiera
dicho aquello…". Culparse no conduce a nada. No olvides que las razones
por las que se rompe una pareja son muy complejas y siempre suele haber más de
una causa. Piensa sobre todo en ti, en tu futuro y en que no hay marcha atrás.
2. Mantén una
actitud positiva
Aunque la
separación se esté haciendo insoportable, ten en cuenta que le acabarás
olvidando. Así que ahuyenta los malos pensamientos de tu cabeza tipo: "jamás le
olvidaré", "nunca podré vivir sin él o ella" o "nunca me volveré a enamorar".
Sé positivo/a y piensa que el tiempo lo cura todo, aunque ahora te parezca
imposible.
3. No le
llames
Intenta contenerte y no le llames, ni frecuentes
lo mismos lugares que él/ella para encontrártelo. Si la ruptura es reciente,
pero definitiva, el tener contacto sólo te hará daño. No te engañes diciéndote
que le quieres ver para conservar una buena amistad. Ésta es posible, pero
requiere que pase el tiempo suficiente para que las heridas cicatricen.
4. Déjate
ayudar y habla con alguien
Los amigos y
la familia pueden convertirse en un buen pilar sobre el que apoyarte para
superar estos momentos. Pero no te dejes llevar por lo que te dicen, eres tú quien
ha de tomar tus propias decisiones. Compartir con
alguien los sentimientos de tristeza o rabia ayuda a aliviar el sufrimiento.
5. Intenta
comportarte con normalidad
No te
encierres en casa a llorar, si no te relacionas con la gente te meterás en un
círculo vicioso, pero tampoco es cuestión de volverse loco/a y empezar a salir
como un/a desesperado/a. Intenta ser equilibrado; lo mucho cansa y lo poco
aburre. Sal lo que tengas que salir, pero siempre manteniendo la calma.
6. Aprovecha
para hacer lo que te gusta
Es un buen
momento para aprovechar e iniciar nuevos proyectos o hacer nuevas cosas que con
tu pareja no podías, pero que siempre deseaste. Desde salir con amigos/as, hasta
hacer cosas que nunca te atreviste o apuntarte a ese cursillo de buceo que
siempre quisiste hacer. Si estas actividades son en grupo mejor, así conocerás
gente nueva.
Y recuerda:
Es un momento para hacer NO TANTO LO QUE TE APETEZCA SINO LO QUE TE CONVENGA.
7. No busques
desesperadamente un sustituto/a
Buscar desesperadamente
a alguien que sustituya a tu ex pareja es un error. Piensa que, en este momento, eres muy vulnerable y elegir precipitadamente acabará haciéndote más daño.
Puede ser una buena etapa para conocer gente nueva, interesante, con la que no
tengas que adquirir ningún tipo de compromiso. Te puedes permitir el lujo de
analizar para elegir adecuadamente.
8. Cuídate
Quizás te
sonará raro, pero llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio y dormir bien
te ayudará a enfrentar trastornos como ansiedad, el bajo estado de ánimo o la
depresión. Beber y comer demasiado y llevar una vida muy sedentaria, aumenta la
ansiedad, y no alimentarse bien o no descansar las horas suficientes incrementa
la apatía.
9. Trata de
huir de la 'victimización'
Es muy fácil asumir
el rol de víctima de la ruptura, para conseguir la atención y afecto de los
demás, pero esta táctica se volverá en tu contra, porque la gente se cansará de
escucharte y estar pendiente de ti. Busca
soluciones, en lugar de seguir rumiando los problemas: te sentirás mejor
contigo misma/o y no necesitarás el apoyo continuo de quienes de rodean.
10. Cambia de
'etiqueta'
Ante una
ruptura sentimental, hay que reemplazar el rol de esposo/a o novio/a por el de
soltero, separado o divorciado, ya que de lo contrario permanecerás anclado/a
en el pasado y te resultará difícil iniciar actividades y relaciones nuevas,
las cuales son el camino para la recuperación.
Y NO OLVIDES
QUE …
La intensidad y el dolor con que se vive una ruptura
de pareja va a depender del apego y de las circunstancias que la ocasionan.
Dr. Carlos San Martín Blanco
Médico. Sexólogo. Psicoterapeuta Sexual, Familiar y de Pareja.
Coordinador del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud (CIPSA), de Santander.
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