El curso está a punto de finalizar y seguro que está pensando cómo ocupar el tiempo de ocio de sus hijos/as. A continuación aparecen algunos puntos a tener en cuenta en su planificación:
1. Vacaciones, juego y aprendizaje
Es obvio que en vacaciones los niños/as disponen de mucho más tiempo que durante el curso, por lo que pueden disfrutar de mayores momentos de entretenimiento. El juego es considerado el motor del desarrollo ya que permite entrar en contacto con el mundo, practicar y mejorar las habilidades físicas y mentales que poseemos. Además favorece la curiosidad, la imaginación y promueve el desarrollo social. Es por tanto un valioso medio de aprendizaje que podemos aprovechar en los periodos vacacionales.
2. Aburrimiento y creatividad
Algunos padres se angustian cuando su hijo/a les dice “me aburro” ya que creen que es sinónimo de tristeza o infelicidad. Recuerde que cuando no tenemos nada que hacer es más fácil que utilicemos nuestra creatividad para imaginar y para buscar el entretenimiento “con cualquier cosa”. No se obsesione por programar y ocupar todas las horas del día de su hijo/a con diversas actividades, deje tiempo para “aburrirse” y descubrir lo que su imaginación puede ofrecer.
3. Ocio y desarrollo socio-emocional
Procure equilibrar los juegos y actividades solitarias con otros que impliquen la participación de varias personas. Fomente el contacto con niños/as de su edad y aproveche el buen tiempo para las actividades al aire libre. Es un buen momento para las colonias urbanas, los campamentos, las salidas a la playa o el campo, visitas familiares, etc.
4. Un verano educativo
Para que la vuelta al colegio no sea un problema debemos conservar un cierto hábito de trabajo o estudio, para ello buscaremos contenidos y actividades entretenidos. Hoy en día existen multitud de actividades divertidas que complementan su educación: ludotecas, cuentacuentos, visitas guiadas, conciertos, actuaciones, actividades en museos, etc.
5. Relaciones familiares
Tener a los niños en casa es más cansado, pero también permite compartir más ratos de ocio, lo cual además de ser gratificante y divertido, favorece la comunicación y una relación positiva con nuestros/as hijos/as.
Organizar las tareas diarias (deberes escolares y/o clases particulares, ocio, etc.) y establecer normas claras acordes a la nueva situación evitará quebraderos de cabeza y discusiones innecesarias. Aproveche que los niños/as están de vacaciones para la reasignación de tareas en el hogar, especificando las tareas para cada persona.
6. Permítase “momentos sin niños/as”.
Aproveche las actividades de ocio pensadas para niños/as y los recursos existentes en su entorno o en su lugar de vacaciones. Sus amistades y/o familiares, especialmente los abuelos/as, pueden echarle una mano en momentos puntuales, pero debemos evitar sobrecargar a los ancianos/as con responsabilidades y esfuerzo físico.
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