lunes, 30 de enero de 2012

De la atracción al compromiso




Elegir a la pareja correcta es, probablemente, la decisión más importante que tomaremos en nuestra vida. Numerosos estudios han puesto de manifiesto cómo las malas relaciones afectan negativamente a muchas facetas de nuestra existencia (el rendimiento laboral, la salud física y mental, la seguridad económica, la satisfacción con la vida en general, etc.).

Por otro lado, cuando estamos enamorados, aumenta nuestra autoestima, nos sentimos más capaces de hacer cosas, nos sentimos más optimistas respecto al futuro, nos enfrentamos mejor a los contratiempos...

A veces esa decisión acerca de la pareja correcta comienza como un "amor a primera vista" o con una mera atracción sexual. Muchas canciones y películas nos presentan esta forma de amor. Este apasionamiento refleja una reacción emocional intensa pero a menudo poco realista de la otra persona. Parece que la capacidad de pensar de la persona enamorada queda reducida y lo que ocupa su mente es la preocupación por el ser amado.

Aunque esta experiencia sea común, es demasiado intensa como para mantenerse mucho tiempo. El amor que sólo se basa en la emoción es frágil y se fundamenta más en la fantasía que en el pensamiento racional. Establecer una relación estable con una base tan movediza probablemente implicará un desengaño o un desastre.

Una de las formas de garantizar la duración y la satisfacción de la relación pasa por alcanzar y mantener otro tipo de amor. El compromiso a largo plazo en la relación de pareja se asocia con otro tipo de relación, más cercano a una amistad entre dos personas que se atraen sexualmente, tienen mucho en común, cada uno se preocupa por el bienestar del otro y se expresan mutuamente agrado y respeto.

Dr. Carlos San Martín Blanco
Coordinador de CIPSA