jueves, 26 de febrero de 2015

Las confidencias de Marta Arasanz y Ángela Carrera: la Psicología contada en femenino

Más de veinte años de profesión, pero infinitos casos, momentos, palabras, lágrimas, dudas, felicidad, emociones... Con la complicidad y la cercanía como material común. Así pueden resumirse las carreras de Marta Arasanz, directora del Instituto Catalán de Sexología y Psicoterapia, y Ángela Carrera, directora de Cipsa. Ambas protagonizaron un Encuentro especial, auténtico, dinámico, fluido. Fue mucho más que una conversación entre ‘colegas’, un tú a tú que sirvió para hacer balance, reivindicaciones y defensa a ultranza de su vocación. El título ‘Confidencias entre Psicólogas’ se cumplió con creces, reflexión tras reflexión. La tarde prometía desde el principio, pese a la lluvia, que prometemos no recibió invitación. Aún así, armados de paraguas, ganas y expectativas más de un centenar de asistentes no faltó a la cita. Muchos habituales, fieles a esta cita mensual con contenido y esencia psicológica, otros debutaban con interés. Para todos, la empresa Tés&Company, ubicada en la calle Isabel la Católica 10, tenía preparada una degustación de tés, a cada cual más cautivador. Su aroma y la magia infusionada envolvió la sala del Espacio Fraile y Blanco, todo un lujo que nunca nos cansaremos de agradecer. Mientras nuestro querido Jesús Mazón ejercía de perfecto anfitrión, la gente comentaba en grupos, se saludaba amistosamente y aguarda el momento del vis a vis de las protagonistas. Muchos ya sabrán que Marta Arasanz está en plantilla de estos encuentros, su versatilidad y autenticidad aseguran siempre charlas cargadas de argumentos y vivencias que conectan con sus oyentes. Cual ying&yang, de blanco Marta y de negro Ángela, tomaron la palabra sin guión. Cómodas y entregadas a bucear en su realidad, sin dobleces. En unos temas ahondaron más que en otros, pero en todos mostraron su verdad. Al final fue todo un ejercicio de voayeurismo en positivo, con el público imbuido al cien por cien de sus idas y venidas en un diálogo enriquecedor.
Empezaron reconociendo que, en sus inicios, era muy común que hubiera despistes respecto a su profesión. Algunos pensaban que eran astrólogas. “Soy Piscis, ¿qué me va a pasar?”. Después, al entender en qué consistía su trabajo explicaron que era frecuente recibir preguntas a bocajarro. “¿Qué me puedes decir de mi? Pero si no te conozco”, explicaba Marta Arasanz. A eso había que sumar la carga negativa que se asociaba a la Psicología, “hay un gran índice de personas que ya no consideran ir al psicólogo decir que estoy loco”, añadió. Arasanz no perdió su vena reivindicativa y dejó claro que “sigue habiendo una mala concepción de que los psicólogos debemos saber de todo, cuando tenemos especialidades”Por su parte, Ángela Carrera reconoció que “cuando empezaba a estudiar no sabía que era la Psicología, apenas aparecía en los libros. Ahora sí se ha hecho presente y los psicólogos estamos donde está el ser humano”. Alguna idea errónea respecto a su ejercicio profesional sí se mantiene como el ‘famoso’ diván. “Muchos vienen a la consulta preguntando por él, pero está más asociado al psicoanálisis. Es la influencia de la idea americana”, comentó.
Respecto a la evolución de su trabajo, Marta Arasanz compartió su preocupación de que “estamos en una sociedad muy inmediata, que quiere las cosas rápidas. Y eso se traslada a nuestras consultas”. Hizo énfasis en diferenciarse de los psiquiatras. “Ellos se llevan el prestigio y nosotros, muchas veces, el trabajo. Somos los obreros, no todo es medicar”. Ambas compartieron sus recuerdos de la primera vez en consulta, a preguntas de los alumnos de Psicología de la Universidad Europea del Atlántico, con la que Cipsa tiene firmado un acuerdo de colaboración. Hablaron de los cinco primeros años como los más difíciles, por el peso emocional y todas las dudas y miedos iniciales. “Hay que perder el miedo a enfrentarte a una persona que va a confiar en ti. Y que te entienda”, expresó Arasanz. A lo que añadió, “el gran reto de ser psicólogo es la habilidad para que esa persona confíe más en ti, lo que dicen los manuales no siempre vale”.
¿Los psicólogos están hechos de otra pasta? ¿Cómo se digieren tantas historias? “Engordando”, dijo entre bromas Arasanz. “Damos más hacia afuera que a nosotros mismos. Somos buenos cuidadores”, explicó Ángela Carrera. “Perdonad, pero somos personas, cómo vamos a mantener la objetividad al 100%”, compartió su compañera. “Hay momentos en que si no te encuentras bien tienes que descansar. No puedo trasladar mis problemas a mis pacientes”, dijo Arasanz. Cada una explicó cómo desconectaba y es que, continuó, “somos grandes resistentes a la frustración. Y muchas veces tenemos que aguantar el tipo frente a historias tremendas”Entre tantas confidencias se colaban más preguntas, unas referidas a la depresión. “Debemos distinguir entre estar triste y deprimido. Muchas veces se confunde y se receta demasiado”, manifestó Arasanz. “En algún momento de la vida hemos de vivir todas las emociones”, añadió. Otra cuestión derivó hacia la sexualidad femenina, un concepto bastante novedoso. Antes no existía. Las mujeres también deseamos”, dijo. A lo que Ángela Carrera apuntó que “nos tenemos que apoyar más entre las mujeres. No ser tan críticas como género”.
La experiencia le dice a la directora de Cipsa que “tiene que haber algún tipo de conexión entre psicólogo y paciente. Si no funciona hay que plantear un cambio de terapeuta”. “No me gusta psicologizar a la gente, pero creemos que psicológicamente no nos puede pasar nada y estamos equivocados. Lo comparo con el daño físico, hay que saber pedir ayuda”. Nuestra invitada matizó que “hay veces que, como psicólogo, dices cosas que nunca dirías como amigo”. Asi, Arasanz cerró su intervención por donde la empezó. “Hay gente que te pregunta directamente, ¿tú qué harías? Pero jamás respondo a eso, es la persona quien debe hacer su elección”. Y es que ambas profesionales siempre han sabido cuáles eran sus límites en su vocación/profesión de ayudar. Ambas terminaron su té y así de agradable nos pasó este encuentro, del que tantas conclusiones brotaron espontáneas. El próximo mes de marzo cederán el testigo a otra gran profesional, María Jesús Álava-Reyes, que presentará su libro ‘Las tres claves de la felicidad’. Reserva hueco en tu agenda. 

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