miércoles, 7 de noviembre de 2012

PREVENCIÓN DEL DETERIORO DE LA MEMORIA





Qué es la memoria

La memoria es un proceso mental imprescindible para el aprendizaje, ya que se encarga de codificar, modificar y recuperar los hechos, experiencias, pensamientos, sensaciones, etc. que formamos al percibir la realidad.

Nuestra capacidad de memoria viene modulada por otros procesos cognitivos, como la percepción, la atención o la motivación. Esto explicaría el hecho de por qué recordamos unos datos más fácilmente que otros. Por ejemplo, un niño puede acordarse perfectamente de las características de todos  los monstruos de su colección de cromos (nombre, origen, poderes, etc) y tener dificultades para aprenderse las tablas de multiplicar.

El conjunto de nuestros recuerdos se ha formado gracias a complejas conexiones que se dan entre las neuronas del cerebro, especialmente en el hipocampo y la corteza prefrontal.

El deterioro de la memoria

El proceso de la memoria puede verse afectado por múltiples factores. Entre ellos están las enfermedades degenerativas (por ejemplo el Alzheimer), los accidentes cerebrovasculares, los traumatismos craneales, efectos secundarios de algunos medicamentos, períodos prolongados de estrés, abuso de sustancias, el deterioro cognitivo asociado al VIH, etc.

Algunos trastornos como la depresión, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o los trastornos de ansiedad pueden cursar con dificultades en los procesos cognitivos.

Por otro lado, dentro del proceso de envejecimiento normal pueden darse cambios en la memoria (dificultades para recordar información que anteriormente se evocaba sin problema), el lenguaje (“lo tengo en la punta de la lengua”) así como en la velocidad de procesamiento (por ejemplo una mayor lentitud para realizar un crucigrama).

¿Podemos frenar el deterioro de la memoria?
Afortunadamente, podemos prevenir y retrasar el deterioro cognitivo. Para lograrlo debemos tener en cuenta algunas consideraciones:
ü  Es fundamental cuidar nuestra salud física a través del ejercicio regular, una alimentación saludable y siguiendo los consejos médicos.
ü  Importancia de la salud mental y emocional: la relajación, las actividades variadas de ocio y tiempo libre, disfrutar de los familiares y amigos, etc. además de ayudar a sentirnos felices, favorecen un adecuado funcionamiento cognitivo.
ü  Es recomendable buscar asesoramiento profesional si sufrimos estrés de manera prolongada o síntomas de ansiedad o depresión.

ü  Mantener una mente activa nos protege de su deterioro. Diversos estudios han demostrado que el entrenamiento y estimulación cognitiva pueden retrasar la aparición de trastornos cognitivos, así como influir en su evolución cuando ya han aparecido.

Qué son los programas de estimulación cognitiva

Los programas de estimulación cognitiva son diseñados y aplicados por profesionales relacionados con la psicología y el aprendizaje. Actualmente existen programas de corta, media y larga duración. El número de las sesiones y su duración depende de varios factores (características de los participantes, objetivos planteados, recursos y organización, etc.).

Un programa de estimulación está formado por un conjunto de actividades que tienen por objetivo la prevención de trastornos cognitivos (o frenar su evolución si ya existen) a través del entrenamiento de los procesos mentales implicados (memoria, atención, velocidad de procesamiento, etc).
Estos programas dotan a los participantes de estrategias que pueden utilizar en la vida cotidiana.

Componentes de los programas de estimulación de la memoria:
Relajación
Las técnicas de relajación ayudan a que alcancemos un estado favorable para memorizar y recuperar lo aprendido, por lo que facilitan el aprendizaje.
Normalmente se utilizan técnicas basadas en la respiración y relajación muscular (Relajación progresiva de Jacobson, 1938).
Mnemotécnicas
Las técnicas de memoria son procedimientos que facilitan el adecuado funcionamiento en las distintas fases de procesamiento de la información (registro, retención y recuerdo). Se basan en tareas que impliquen aprender y visualizar la información que debemos recordar de forma organizada y significativa, a través de diversas estrategias (asociación, visualización, organización, etc.).
Procesos cognitivos básicos
Frecuentemente  los déficits cognitivos implicados en los trastornos de memoria asociados a la edad se deben a la poca capacidad de atención. Cuando la atención que prestamos a las actividades cotidianas no es suficiente, impide que las realicemos eficazmente.
La dificultad para encontrar palabras no está directamente relacionada con la edad, sino con los procesos de habla y audición. A través de ejercicios de estimulación de la articulación podemos mejorar estas dificultades.
El entrenamiento en procesos como la atención (visual y auditiva) o el lenguaje han demostrado favorecer el recuerdo.
Otros procesos
Los programas de estimulación cognitiva suelen dedicar un tiempo a procesos como la percepción, la orientación espacial  y temporal, las funciones ejecutivas (organización y planificación) o el razonamiento. Algunos programas específicos de entrenamiento de la memoria también pueden incluir estos aspectos.

Verónica Lamadrid
Psicóloga Especialista en Intervención en Dificultades del Aprendizaje
Departamento de Psicología Educativa de CIPSA



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